El mes de agosto suele venir acompañado de altas temperaturas que pueden hacer más difícil el día a día. Si eres estudiante y estás de vacaciones, de prácticas o vives en una residencia, seguro que buscas maneras de sobrevivir al calor en agosto sin gastar demasiado. Aquí te damos algunos trucos prácticos y fáciles de aplicar.
1. Mantén tu habitación fresca
No siempre es posible tener aire acondicionado, pero sí hay pequeños gestos que ayudan. Baja persianas y cortinas durante las horas de más sol y ventila al amanecer o al anochecer. Colocar un ventilador con un recipiente de agua fría o hielo cerca puede mejorar la sensación térmica.
En residencias universitarias como la Residencia Sant Joan de Reus, también puedes aprovechar las zonas comunes más ventiladas para estudiar o descansar.
2. Hidratación constante
Beber agua es fundamental. No esperes a tener sed: ten siempre una botella reutilizable a mano. También puedes alternar con infusiones frías, zumos naturales o frutas con alto contenido en agua como sandía o melón. Evita refrescos azucarados en exceso, ya que pueden deshidratarte más rápido.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda aumentar el consumo de líquidos y frutas frescas durante las olas de calor.
3. Ajusta tu alimentación
Las comidas copiosas elevan la temperatura corporal. Opta por platos ligeros como ensaladas, gazpachos o pasta fría. Organiza tus horarios para evitar cocinar en las horas de más calor, y guarda snacks saludables en la nevera para tener siempre algo fresco a mano.
4. Aprovecha las horas más frescas
Si tienes que estudiar o trabajar, organiza tus tareas más exigentes por la mañana temprano o a última hora del día. El mediodía es perfecto para descansar, leer o hacer actividades que no requieran tanta energía.
5. Busca planes refrescantes
Sobrevivir al calor en agosto también significa aprovecharlo para divertirse. Piscinas municipales, excursiones a zonas de río o escapadas a la playa son opciones económicas y accesibles para estudiantes. Si prefieres quedarte en la ciudad, un cine con aire acondicionado o una biblioteca también pueden ser refugios ideales.